Como nuestro compañero Iñaki Bilbao nos está mostrando con sus entradas, el cine se inspira constantemente en la ciencia para construir historias, alimentar la fantasía y seducir al público a través de múltiples argumentos.
El mundo del teatro tampoco es ajeno al mundo científico: muchas obras se inspiran en destacados personajes o notables descubrimientos, y con frecuencia se utilizan técnicas teatrales para el aprendizaje en el aula.
En esta entrada quiero presentar una deliciosa obra que acabo de descubrir, titulada Le crâne et la Mécanique ou la double vie d’Ada Lovelace (El cráneo y la mecánica o la doble vida de Ada Lovelace).