Eso es lo que se demuestra con un “impecable” argumento lógico en la obra El Rinoceronte de Eugène Ionesco (1909-1994).
Una ciudad tranquila, un domingo a la mañana…
Berenguer y Juan están sentados en la terraza de un café. De repente, un rinoceronte atraviesa la plaza con gran estruendo: los personajes (la señora, el caballero anciano, el lógico, el dueño del café, la camarera, etc.) observan la carrera del animal. Éste es sólo el primero de los muchos rinocerontes que aparecerán en la obra: son seres humanos metamorfoseados en animales.
La obra es una crítica al conformismo, la sumisión, la conquista del colectivo sobre el individuo.
Como en La lección -que apareció en otra entrada– el absurdo reina en esta obra. Debajo se reproduce- extraída E. Ionesco, Obras Completas, Aguilar, 1973- la conversación (entremezclada con el diálogo entre Juan y Berenguer, que se simboliza con […]) que tiene lugar durante el primer acto entre el anciano caballero y el lógico; es una disparatada lección de Lógica:
EL LÓGICO (al anciano caballero): ¡He aquí, pues, un silogismo ejemplar! El gato tiene cuatro patas. Isidoro y Fricot tienen cada uno cuatro patas. Ergo Isidoro y Fricot son gatos.
EL CABALLERO (al lógico): Mi perro también tiene cuatro patas.
EL LÓGICO (al caballero): Entonces, es un gato. […]
EL CABALLERO (al lógico después de haber reflexionado largamente): Así, pues, lógicamente, mi perro sería un gato.
EL LÓGICO (al caballero): Lógicamente sí. Pero lo contrario también es verdad. […]
EL CABALLERO (al lógico): Es hermosa la lógica.
EL LÓGICO (al caballero): A condición de no abusar de ella. […]
EL LÓGICO (al anciano caballero): Otro silogismo: todos los gatos son mortales. Sócrates es mortal. Ergo, Sócrates es un gato.
EL CABALLERO: Y tiene cuatro patas. Es verdad. Yo tengo un gato que se llama Sócrates.
EL LÓGICO: Ya lo ve usted… […]
EL CABALLERO (al lógico): ¿Sócrates, entonces, era un gato?
EL LÓGICO (al caballero): La lógica acaba de revelárnoslo. […]
EL LÓGICO (al caballero): Volvamos a nuestros gatos.
EL CABALLERO: Escucho. […]
EL LÓGICO (al caballero): El gato Isidoro tiene cuatro patas.
EL CABALLERO: ¿Y usted como lo sabe?
EL LÓGICO: Resulta de la hipótesis. […]
EL CABALLERO (al lógico): ¡Ah, por hipótesis! […]
EL LÓGICO (al caballero): Fricot también tiene cuatro patas. ¿Cuántas patas tendrán Fricot e Isidoro?
EL CABALLERO (al lógico): ¿Juntos o separados? […]
EL LÓGICO (al caballero): Juntos o separados, es según. […]
EL CABALLERO (al lógico, después de haber reflexionado trabajosamente): Ocho, ocho patas.
EL LÓGICO: La lógica lleva al cálculo mental.
EL CABALLERO: Tiene muchas facetas.
EL LÓGICO (al caballero): ¡La lógica no tiene límites! […]
EL LÓGICO (al caballero): Usted lo irá viendo… […]
EL LÓGICO (al caballero): Quito dos patas a esos gatos. ¿Cuántas le quedan a cada uno?
EL CABALLERO: Es complicado.
EL LÓGICO (al caballero): Nada de eso. Es muy sencillo.
EL CABALLERO (al lógico): Lo será para usted, quizá, no para mí. […]
EL LÓGICO (al caballero): Esfuércese en pensar…, vamos…. Aplíquese. […]
EL CABALLERO (al lógico): No veo. […]
EL LÓGICO (al caballero): Hay que decírselo a usted todo. […]
EL LÓGICO (al caballero): Tome una hoja de papel. Calcule. Quitamos seis patas a dos gatos. ¿Cuántas les quedan? ¡A cada uno!
EL CABALLERO: Espere… (Calcula en una hoja de papel que se saca del bolsillo). […]
EL CABALLERO (al lógico): Hay varias soluciones posibles.
EL LÓGICO (al caballero): Usted dirá. […]
EL LÓGICO (al caballero): Le escucho. […]
EL CABALLERO (al lógico): Primera posibilidad: uno de los gatos puede tener cuatro patas y el otro dos. […]
EL LÓGICO (al caballero): Tiene usted dotes; basta con hacerlas valer. […]
EL LÓGICO (al caballero): ¿Y las otras soluciones? Con método, con método… (El caballero empieza de nuevo a calcular). […]
EL CABALLERO (al lógico): Puede haber un gato con cinco patas… […]
EL CABALLERO (al lógico): Y un gato se queda con una pata. Pero, entonces, ¿seguirán siendo gatos?
EL LÓGICO (al caballero): ¿Por qué no? […]
EL CABALLERO (al lógico): Quitando dos patas de las ocho que tienen los dos gatos… […]
EL LÓGICO (al caballero): Podemos tener un gato con seis patas… […]
EL CABALLERO (al lógico): Y un gato sin pata ninguna. […]
EL LÓGICO (al caballero): En ese caso, habría un gato privilegiado. […]
EL CABALLERO (al lógico): ¿Y un gato despojado de todas sus patas, desclasado? […]
EL LÓGICO: Lo cual no sería justo. Ergo, no sería lógico. […]
EL CABALLERO (al lógico): ¿No sería lógico? […]
EL LÓGICO (al caballero): Porque la justicia es la lógica. […]
EL CABALLERO (al lógico): Ya comprendo; la justicia… […]
EL LÓGICO (al caballero): El espíritu se le va iluminando. […]
EL CABALLERO (al lógico): Además, un gato sin patas… […]
EL LÓGICO (al caballero): ¡Ya va usted haciendo progresos en lógica!
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Sócrates era un gato…
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