Entrada publicada en Genes, genomas y otras genialidades
Nadie pone en duda que lo que ingerimos en nuestra dieta puede afectar a nuestra salud, a veces de forma beneficiosa y otras veces no tanto. Averiguar si los alimentos que se ingieren en las sociedades del primer mundo son beneficiosos o no se ha convertido en una línea de investigación que genera gran interés en las personas que formamos parte de estas sociedades, en las que la abundancia de alimentos es una característica y donde la elección individual de la dieta se ha convertido en consustancial con la personalidad de cada individuo.
Una de las bebidas que forman parte de la dieta de una gran parte de la población mundial es el café. En los últimos años ha habido gran proliferación de trabajos en los que se ha analizado su efecto sobre la salud y hemos pasado de considerar que el café tiene actividad mutagénica, a pensar que tiene actividad antimutagénica y antioxidante. Y todo ello sin entrar a considerar su efecto sobre el insomnio, la gastritis, etc.