El cuco parasita los nidos de otras aves para hacer su puesta. El sistema es sencillo: la hembra del cuco busca nidos en construcción -sobre todo de currucas, reyezuelos, petirrojos y lavanderas– y aprovecha la ausencia momentánea de sus dueños para poner un huevo en el nido elegido. En intervalos de 48 horas, la cuco pone de 12 a 13 huevos en otros tantos nidos… cada huevo queda abandonado a su suerte en el nido anfitrión.
El huevo del cuco es el primero que eclosiona -en 11 días, el período de incubación más corto de todas las aves, ya que ésta empieza en el cuerpo de la madre- y nada más nacer, la cría de cuco empuja el resto de la nidada hasta expulsarla. Queda así sola en el nido y su madre y padre adoptivos -no conocerá nunca a sus verdaderos progenitores- le alimentan hasta que llega a ser un cuco adulto.