Evolution of music by public choice es el título de un artículo de Robert M. MacCallum, Matthias Mauch, Austin Burt y Armand M. Leroi publicado en los PNAS [doi: 10.1073/pnas.1203182109].
En el trabajo se demuestra -como podía intuirse- el papel fundamental del público -los y las consumidoras de la música- en la evolución de las tendencias musicales: las melodías que perduran en el tiempo son las preferidas por la gente, mientras que aquellas que no gustan caen sin remedio en el olvido…
¿Puede más la genialidad del músico o los gustos de las personas? En este trabajo se encuentran respuestas a estas preguntas, eliminando la creatividad del compositor como factor a estudiar y permitiendo que la música evolucione siguiendo las leyes de Darwin… bajo la presión únicamente de la selección de los receptores finales de la música.
Estos científicos desarrollaron en 2009 el software de libre acceso en línea DarwinTunes: el programa genera aleatoriamente una población de cien secuencias sonoras -de 8 segundos cada una- a partir de una base de datos similar a una biblioteca digital de genes. Se invita entonces a las personas que entran en esta aplicación a evaluar veinte de ellas con una escala del 1 al 5 (de “inaudible” a la “genial”).
Los diez sonidos preferidos por las y los internautas se mezclan y recomponen -imitando a una reproducción sexual- para formar veinte nuevas secuencias, eliminando las diez primeras. Así, se generan nuevas melodías, diferentes de sus progenitoras. Además, de manera aleatoria y para imitar las leyes de la naturaleza, se intercalan mutaciones entre las nuevas secuencias. La nueva generación se mezcla entonces con ochenta secuencias sonoras que habían sobrevivido a la fase de selección, y se inicia un nuevo proceso.
A la hora de redactar el estudio Evolution of music by public choice, 6.931 personas habían jugado a DarwinTunes, contribuyendo a hacer evolucionar 2.513 generaciones de secuencias de sonidos. Después de unos cuantos cientos de crías, lo que parecía inicialmente una cacofonía, comenzó a transformarse en una melodía suave y audible. A partir de la generación 1.200, parece que el atractivo de las secuencias toca techo…
RESUMEN DEL TRABAJO
Music evolves as composers, performers, and consumers favor some musical variants over others. To investigate the role of consumer selection, we constructed a Darwinian music engine consisting of a population of short audio loops that sexually reproduce and mutate. This population evolved for 2,513 generations under the selective influence of 6,931 consumers who rated the loops’ aesthetic qualities. We found that the loops quickly evolved into music attributable, in part, to the evolution of aesthetically pleasing chords and rhythms. Later, however, evolution slowed. Applying the Price equation, a general description of evolutionary processes, we found that this stasis was mostly attributable to a decrease in the fidelity of transmission. Our experiment shows how cultural dynamics can be explained in terms of competing evolutionary forces.
Visto en Le blog-notes mathématique du coyote
PD: Esta entrada participa en la Edición 3.14159 del Carnaval de Matemáticas cuyo blog anfitrión es Scientia.
Personalmente Prefiero la Electronica y un poco de Reggeaton , la electronica me rejala .
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#HaceCuatroAños Los gustos musicales: un proceso evolutivo
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