Juan es hipocondríaco. Un amigo –que no parece quererle mucho– le habla de una enfermedad genética, la retrocapiroscosis, que se manifiesta sólo a partir de los 40 años: los que la contraen esta enfermedad entienden al revés gran parte de las cosas que se les dice, aunque conservan el resto de sus facultades mentales intactas.
La retrocapiroscosis es una enfermedad muy rara: sólo la padece 1 persona entre 1.000.000.