La enana blanca Sirio B fue descubierta accidentalmente el 31 de enero de 1862.
La descubrió el óptico Alvan Graham Clark (1832-1897), constructor de grandes objetivos para telescopios refractores.
Tras finalizar la construcción de una gran lente –destinada a un telescopio de la Universidad de Mississippi–, quiso probar su calidad apuntando a la estrella Sirio, y descubrió junto a ella la enana blanca Sirio B.
En 1844, el astrónomo Friedrich Bessel (1784-1846) –analizando el catálogo de Nevil Maskelyne– comprobó que el movimiento aparente dos estrellas –Sirio y Proción– era errático, como si otro cuerpo próximo, pero invisible, les estuviera influyendo. Dedujo de sus observaciones la órbita del compañero de Sirio –la enana blanca Sirio B–. La compañera de Proción –la enana blanca Proción B– fue descubierta en 1895.
Más información:
- Jean Tate, Sirius B, Universe Today, 2009
- La misteriosa Sirius B se asoma en los cielos, Estrellas y borrascas, 2010
- Clark Muir, Sirius B Observing Challenge, The Royal Astronomical Society of Canada, 2012
- Wikipedia
Esta entrada participa en la Edición LIX del Carnaval de la Física cuyo blog anfitrión es El Mundo de las Ideas.
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La enana blanca Sirio B fue descubierta accidentalmente el 31 de enero de 1862
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Apasionante el trabajo de aquellos que dedican su vida a la búsqueda del conocimiento extendiendo el alcance de la mente humana hasta los confines del Universo. Esto se ha hecho en el campo de las ciencias que mediante la repetición del experimento en condiciones controladas posibilita conclusiones que permiten la deducción de leyes físicas.Esto se ha denominado el Método científico. Mas apasionante aún es el trabajo con fenómenos que la ciencia aún no controla y que están sujetos a la capacidad mental del sujeto experimentador. En este caso la ciencia debe discurrir herramientas nuevas para medir energías no percibidas `por los instrumentos actuales.
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