Compuesta en 1979 por Tom Johnson, Nine Bells explora los posibles caminos que unen nueve campañas de diferentes tamaños –la música que puede componerse dependiendo del orden y la intensidad con que se toquen– suspendidas en una cuadrícula de 3×3, cada una de ellas situada a distancia de 6 pies de las campañas contiguas.
La música se produce al hacer repicar las campanas siguiendo caminos precisos alrededor de la instalación. Los recorridos se realizan a mayor o menor velocidad, y el sonido de estos pasos –raudos o más pausados– forma parte de la pieza (recordar también Quad de Samuel Beckett).