El escritor Stefan Zweig (1881-1942) se suicidó un 22 de febrero.
Su obra maestra es Die Schachnovelle –Novela de ajedrez– terminada en 1941 y publicada en 1944.
La novela narra la historia del Dr. B., víctima del nazismo, aislado en la prisión como método de tortura. El protagonista consigue resistir a la locura gracias al ajedrez y a las miles de partidas jugadas en su cabeza durante su cautiverio.
¿Pero no se comete una falta de empequeñecimiento humillante con sólo tildar de juego al ajedrez? ¿No es también una ciencia, una técnica, un arte, algo que se cierne entre esas categorías, como el ataúd de Mahoma entre el cielo y la tierra, una trabazón única entre todos los contrastes: Antiquísimo y eternamente joven; mecánico en la disposición, y, sin embargo, eficaz solamente por obra de la fantasía; limitado en el espacio, geométricamente fijo y a la vez ilimitado en sus combinaciones; desarrollándose de continuo y no obstante, estéril; un pensar que no conduce a nada; una matemática que nada soluciona; un arte sin obras; una arquitectura sin sustancia, y, no obstante, evidentemente más duradero en su existencia y ser que todos los libros y obras de arte; el único juego propio de todos los pueblos y tiempos y del que nadie sabe qué dios lo legó a la tierra para matar el hastío, aguzar los sentidos y poner en tensión el alma? ¿Dónde empieza, dónde termina? Cualquier niño puede aprender sus primeras reglas, cualquier chapucero puede ensayarse en él, y, sin embargo, llega a producir, dentro de ese cuadrado de invariable estrechez, una especie peculiar de maestros que no tienen comparación con los de ninguna otra, hombres con un talento exclusivo para el ajedrez, genios específicos, en quienes la visión, la paciencia y la técnica obra en una conjunción de igual modo determinada que en los matemáticos, escritores y músicos, aunque, eso sí, con distinta función y armonía.
[…]
Me hizo diversas preguntas, entre ellas una, sobre todo, que me sorprendió…: si yo era matemático o químico. Contesté que ni lo uno ni lo otro.
– Es extraño –murmuró–. En la fiebre usted siempre murmuraba fórmulas tan raras, c3, c4… Ninguno de nosotros comprendimos su sentido.
Novela de ajedrez
El compositor y director de orquesta Cristóbal Halffter estrenó en 2013 la ópera Schachnovelle, inspirada en la novela de Zweig.
Esta entrada participa en la Edición 6.1 del Carnaval de Matemáticas, cuyo blog anfitrión es Tito Eliatron Dixit.
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El escritor Stefan Zweig (1881-1942) se suicidó un 22 de febrero.
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