La floriografía se utilizó en la época victoriana para enviar mensajes codificados -sentimientos secretos e inconfesables- por medio de diferentes flores y arreglos florales.
El escritor y artista Ed Saperia ha desarrollado una serie de más de 200 códigos florales -pura criptofloriografía- que pueden expresar desde mensajes románticos –Te adoro– a otros de rechazo –Nunca más-.