Érase una vez un hotel con infinitas habitaciones (en cantidad numerable, es decir, ordenadas según la sucesión 1, 2, 3, 4, 5, etc.), con el categórico lema:
Se garantiza el alojamiento a cualquier nuevo/a huésped.
Es temporada alta y el hotel está lleno. Llega un pasajero cansado, con ganas de alojarse… ¡El Hotel va a incumplir su desmedida consigna! ¿O no?
No… el eficaz recepcionista –Jack Torrance– sabe lo que debe hacer. Utiliza la megafonía del hotel para avisar a sus clientes/as:
Por favor, les rogamos que pasen de la habitación que ocupan –n– a la siguiente habitación –n+1–. Muchas gracias por su colaboración.
Jack ha conseguido que la habitación número 1 quede libre, cumpliendo fielmente la promesa del hotel.
Al día siguiente el hotel sigue lleno, llueve a cántaros, y no pudiendo dormir en sus tiendas de campaña, llegan al hotel infinitos –en cantidad numerable– boy-scout. Jack sabe lo que tiene que hacer, y de nuevo utiliza la megafonía del hotel para solicitar:
Por favor, les rogamos que pasen de la habitación que ocupan –n– a habitación con número doble –2n–. Muchas gracias por su colaboración.
Jack consigue así que todas las habitaciones impares queden libres, para alojar en ellas a los alborotados boy-scout.
Unos días más tarde, el hotel sigue lleno, y aprovechando una insuperable oferta de fin de semana, «aterrizan» en el hotel infinitas –en cantidad numerable– excursiones con infinitos/as –en cantidad numerable– pensionistas.
¡Esta vez Jack no lo va a conseguir!
No es así… Jack es un profesional y ni se inmuta. Envía un SMS sólo a las habitaciones con número primo –p– o alguna potencia de un número primo –p– con el siguiente mensaje:
Por favor, les rogamos que pasen de la habitación que ocupan –h– a la habitación numerada con su cuadrado –h2–. Muchas gracias por su colaboración.
(En realidad el mensaje era: «Kmbia h x h^2. Gracias«, pero lo he traducido para que se entienda).
Así han quedado libres todas las habitaciones numeradas con potencias impares de primos. Jack asigna entonces a cada una de las excursiones un número primo p –Jack sabe que lo puede hacer porque hay infinitos números primos, es el Teorema de Euclides– y a cada pensionista de cada excursión un número impar m –también hay infinitos de éstos–. Y adjudica al pensionista número m de la excursión número p la habitación pm.
¡Jack es el mejor!
Los pensionistas pueden ir a descansar para prepararse para el guateque nocturno…
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#HaceSeisAños El paradójico Hotel infinito de Hilbert
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Reblogueó esto en math – updatey comentado:
Uno de mis más respetados y admirados matemátic@s!!…
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